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Cuentos Divertidos


Portada de Cuentos Divertidos.

AMOR Y LIMITES DE VELOCIDAD (Primera página)
Cars and love

Ilustración de Amor y límites de velocidad. Autor: Marcelo Spotti.

Yo también creía que lo de tener coche lo resolvía todo.

Hasta que vine aquí.

Cuando vine aquí, a América, me di cuenta de que las cosas eran de otra manera.

En primer lugar, aquí tener coche no quiere decir nada. Aquí todo el mundo -la asistenta que una vez por semana viene a limpiar el apartamento; el chico que reparte los periódicos; el negro que en las calles del ghetto, entre montones de basura, se muere de risa esperando los beneficios del Antipoverty Program... -todo el mundo tiene coche. Mejor o peor, más nuevo o más viejo, todo el mundo lo tiene. Algunos tienen dos o tres. Los hay que cambian de coche cada temporada. Que dicen, por ejemplo: «Esta temporada se lleva el "Ford Select Shift"», como quien dice: «Esta temporada se llevan los abrigos a cuadros.»


PRESENTACIÓN

Cuando el hombre descubrió que, por medio de la risa, podía olvidar o mitigar las adversidades del mundo que le era hostil, inventó el humor.

El humor es consustancial al hombre y, como éste, universal y cambiante, individual y social. Nace con el hombre, se adapta a él y, como el hombre, cambia en función del tiempo y el espacio y de las múltiples circunstancias que ambos conforman (políticas, económicas, culturales, alimentarias, etc.). Por ello podemos afirmar que, en cada época y lugar, cada sociedad y cada individuo tienen un tipo de humor determinado y específico.

La práctica del humor en cualquiera de sus dos aspectos, emisor o receptor, le sirve al hombre para sanar su espíritu o, al menos, para distraerle de los aspectos más transcendentes, trágicos o responsabilizadores de una realidad que, mediante el humor, niega, transforma o, simplemente, inventa.

Posiblemente todos los relatos que aparecen en este libro no puedan definirse como relatos de humor, pero sí podemos afirmar de ellos que están escritos con humor y reflejan el peculiar sentido del humor del autor y su época: disparatado e ingenuo en Mihura y Jardiel Poncela, irónico y sarcástico en Ortega, sutil en Calders, descarado en Palomino, suavemente procaz en Gómez Rufo.

Disfrútalos, olvídate con ellos, aunque sea brevemente, mientras los lees, de tensiones, problemas y malos momentos.

Guillermo Martínez Rubio

Actualizada el 17 06 2007