Olimpo Siglo XX
Texto de la primera página
CRONICA DE RENE CONTIN, CORRESPONSAL DE
LA DEMI-HEURE, DE PARIS, EN NUEVA YORK,
PUBLICADA EL 12 DE JULIO DEL 56![]()
Sin duda, uno de los acontecimientos más trascendentales de los últimos tiempos ha sido la aparición en la política americana del "affaire Júpiter". Es fabuloso el impacto que este asunto ha hecho en la campaña electoral que está en curso en el país de los rascacielos.
"¡Júpiter, sí!", "¡Júpiter, no!", ha llegado a ser el slogan básico de los grandes partidos de la U. S. A. Afirman los demócratas, niegan los republicanos, y unos y otros tratan de llevar a su opinión a una gran masa dubitativa y desconcertada. Y a los negros.
Mientras el ser que dice llamarse Júpiter, a causa de sus actitudes agresivas permanece arrestado en Nueva York, y la periodista miss Susana Smith se halla internada en una clínica psiquiátrica de la misma ciudad, un verdadero arsenal de noticias, que cada vez hacen más complicado el extrafio affaire, se vuelca sin cesar sobre las mesas de redacción de los periódicos: declaraciones, publicaciones de memorias, referencias de juicios, conferencias y mítines, ocupan columnas y más columnas, no ya sólo en los diarios yanquis, sino en toda la prensa mundial, que las acoge, o...
Texto de la solapa
Nueva York, París, Madrid, Moscú, un pueblo de por ahí, y el Monte Olimpo...
El autor, un joven iconoclasta, que no duda en tomarle el pelo y la barba hasta al mismo Júpiter, se ha metido en el panteón de la mitología donde reposan los restos de los viejos dioses, para traérselos, sin ninguna consideración a su eterno descanso, a este mundo nuestro de hoy donde todo parece posible. Pero para justificar su audacia, el autor asegura que cada uno de los dioses viene a encarnar un tipo humano de existencia actual, que todos están siempre vivos en los hombres porque cada uno de ellos representa algo que hay y que siempre habrá en los hombres: el ansia de saber, el amor, el afán de poder y riquezas, el instinto belicoso, la afición al "peleón", etc.
Son unos dioses venidos a menos los que se suman y asoman al mundo este para complicarlo aún más. Unos dioses que "si no fueran inmortales, se habrían muerto de hambre muchas veces". Unos dioses que para ganarse los garbanzos esos tan difíciles de ganar, tienen que traducir griego o tomar partido: yanquis o soviets. Unos dioses que, al igual que en la Iliada, se congregan en torno a Júpiter, pero ahora para conseguir la concesión del Olimpo para una base aérea. Todo esto sirve al autor para componer una novela profundamente satírica en la que la actualidad se ve puesta en solfa a través de ingeniosos diálogos y divertidas situaciones. En ella encontraremos muchas que nos rodean en su verdadera faz. Los dioses se han quitado su máscara de silencio para desenmascarar a este siglo XX por el que bullimos con nuestro eterno afán de hacernos la pascua unos a otros.